Tyler Clementi, alumno de primer curso en la Universidad de Rutgers (Nueva Jersey, EEUU), murió tras saltar del puente de George Washington después de que unos compañeros grabasen con una webcam y emitiesen por Internet un encuentro sexual de este chico de 18 años con otro hombre. Los presuntos autores, el compañero de cuarto y otro compañero de clase, han sido acusados de atentar contra la intimidad y se enfrentan a posibles penas de hasta 5 años de prisión, con posible agravante como crimen de odio contra los homosexuales. Uno de ellos incluso intentó realizar una nueva trasmisión de otro encuentro sexual de Clementi justo el día antes del suicidio.

Este chico escribió en su cuenta de Twitter: «Mi compa de cuarto me ha pedido que le deje la habitación hasta medianoche. Fui al cuarto de Molly y encendí mi webcam. Le vi haciéndoselo con un tío!» Anteriormente había contado a sus amigos vía chat que en la universidad le iba bien y que su compañero de cuarto era guay.

El caso ha conmocionado especialmente a la comunidad homosexual: «Si hubiese tenido relaciones con una mujer esto no hubiese pasado», afirmó una compañera de la universidad.

Según datos recopilados por Associated Press, ha habido al menos 12 casos en los EEUU desde 2003 en los que muchachos de entre 11 y 18 años se han suicidado a causa de diversas formas de ciberbullying: entre ellos están el conocido caso de Megan Meier (13 años) y el reciente de Alexis Pilkington (17).

Según Gregory Jantz, fundador de un centro de salud mental en Seattle, muchas veces los autores de estos ciberabusos no se dan cuenta del daño potencial porque han crecido en un mundo en el que se ha difuminado la frontera entre los público y lo privado.

La experta Parry Aftab, añade que chicos que nunca harían este tipo de cosas cara a cara lo hacen en la Red por la falsa sensación de anonimato e impunidad que ofrece.

Fuente: Associated Press