La mayoría de los menores catalanes desconocen los riesgos de Internet y miles de ellos se relacionan en el mundo virtual con gente a la que no conocen, según una encuesta realizada durante el curso 2009-2010 por la policía autonómica catalana entre 6.000 escolares de 8 a 16 años: solo el 30% afirmaron conocer los peligros de la Red y el 44% admitieron chatear con desconocidos.

«El principal error que suelen cometer los adolescentes es la difusión de datos personales y familiares sin tener en cuenta quién puede acceder a ellos», explica el sargento Rafael Carmona, de la policía autonómica. No son conscientes del mal uso que alguien puede dar a frases como «no estaremos en casa durante dos semanas» o a las fotografías en las que aparecen en bañador con unos amigos. La difusión de datos —y hasta de contraseñas de correo— puede dar pie también a suplantaciones de identidad, al acceso a cuentas bancarias y al ataque de virus y troyanos.

Las redes sociales online parecen haber disparado estos comportamientos imprudentes. Los jóvenes compiten entre ellos para ver quién tiene más amigos en Tuenti o Facebook: de hecho el 25% afirma tener más de 100 amistades en estas plataformas, lo que demuestra la facilidad con la que alguien puede tener acceso como amigo a sus perfiles.

La consecuencia de ello, sostiene el fiscal de delitos tecnológicos de la Fiscalía de Barcelona, Roberto Álvarez, es que «se han disparado los casos de acoso por internet». Afloran los sujetos que realizan grooming a los menores: se ganan la confianza de un menor para pedirle que le envíe fotos o vídeos cada vez más íntimos y acabar finalmente extorsionándolo a él o a sus padres con la amenaza de difundir los contenidos si no le pasan más imágenes, si no le pagan cierta cantidad de dinero o si no mantienen un encuentro físico con ellos.

El uso incorrecto de la web cam es otro de los riesgos más acuciantes, relacionado con estas sextorsiones, la pederastia y la pornografía infantil.

A todo ello hay que añadir los casos de ciberbullying, en los que las víctimas reciben todo tipo de insultos y burlas por parte de jóvenes de su entorno. De hecho, en lo que va de año, los Mossos d’Esquadra han recibido ya 30 denuncias por esta razón.

También existe problema con los contenidos inapropiados para su edad que un(a) menor se puede encontrar sólo con entrar en Google y teclear una palabra aparentemente inofensiva que ni siquiera los controles parentales detectan.

Por ello, «es muy importante dialogar con los niños. Explicarles que cuando se encuentren con estos contenidos tienen que explicárselo a sus padres sin ningún miedo», recomiendan desde la policía catalana.

Fuente: El Periódico de Catalunya